¿Qué contienen mis alimentos?: Más preguntas sobre lo que sucede a lo largo de la cadena de suministro
En la actualidad, se ha vuelto común oír información nueva, tanto buena como mala, sobre los alimentos. A veces, oímos en la prensa popular sobre las retiradas de productos. Otras veces, oímos una nueva campaña de marketing sobre cómo determinada forma de hacer las cosas es “mejor”. Es posible que recientemente haya leído sobre el movimiento “de la granja a la mesa” en nuestro blog:
“Hay un movimiento de la granja a la mesa en marcha, impulsado por el consumidor local, en el que los consumidores están dispuestos a pagar precios más altos para consumir alimentos que incluyan la historia/conexión de cómo se cultivaron y dónde se produjeron. Ante la opción, muchos consumidores están dispuestos a pagar primas para que se aborden problemas alimentarios como: las proteínas sustentables, orgánicas, no OMG, libres de antibióticos, de granja y criadas humanamente. En efecto, ellos perciben correctamente que pueden influenciar directamente en su cadena alimentaria al buscar y pagar más dólares por alimentos que ofrezcan soluciones a sus preocupaciones personales sobre la calidad alimentaria”.
A pesar de todas las quejas en los medios de comunicación y de la nueva información, el aspecto más importante a considerar es la calidad en términos de lo que uno usa, día tras día, para proveerse de nutrientes —componentes esenciales de los alimentos que lo ayudan a rendir al máximo.
Sin embargo, otro aspecto a considerar es que los alimentos también le proporcionan otras cosas. Recientemente, la NFL aconsejó a los jugadores profesionales de fútbol (la versión estadounidense) que eviten el consumo de carne en China y México, ya que esto podría hacer que el análisis de clembuterol, un agente anabólico que mejora el rendimiento y está prohibido por la liga, de positivo. Asimismo, en Rusia, un grupo de personas se enfermó tras comer carne con niveles de antibióticos 270 veces superiores al límite permisible.
En EE. UU., los investigadores advirtieron recientemente sobre efecto dosis-respuesta de comer comida rápida: mientras más comida rápida se haya consumido el día anterior, más ftalatos se secretan en la orina. Aunque el consenso científico sobre los peligros de la ingesta de estos productos químicos no es definitivo, la exposición a ellos es muy real. Los investigadores consideran que estos productos químicos son señales de alerta, dado que comúnmente se encuentran en plásticos y envases de alimentos.
Una consideración importante con todo esto es el método utilizado para el procesamiento después de la cosecha. En Insta-Pro International, ofrecemos equipos mecánicos y tecnologías libres de productos químicos para el procesamiento de materias primas, como soja y granos. Nos gusta decir: con nuestros equipos y tecnología, “no se agrega ni se quita nada”. Los equipos de Insta-Pro ayudan a eliminar la posibilidad de contaminar los alimentos con productos químicos después de su cosecha. Como nuestros sistemas alimentarios se cuestionan cada vez más, uno debería considerar qué sucede en la línea de procesamiento.